sábado, abril 29, 2006

8.- Zazharias Kariesh, deoodontólogo profesional.

Zazharias Kariesh aceptó encantado la oferta que le hicieron los Devotos Hurrajianos para hacerle una limpieza dental completa al Dios Hurrjapashtishitym por una gran suma. Antes de comprometerse, claro está, consultó en la Wikipedia Seldon, y se cercioró de que el Dios
Hurrjapashtishitym no fuera un ser más o menos vivo, lo que podría haber entrañado algunos riesgos en el caso de dioses vivientes como Offler de Discworld o Shai-Hulud de Arrakis. La limpieza de una imagen pétrea e inanimada, como le dijeron que era aquélla, no podía darle grandes problemas, aunque los códigos civiles de aquel planeta eran muy severos en caso de incumplimiento.

La Wikipedia Seldon era una versión beta, desgraciadamente. O tal vez Kariesh no la leyó atentamente. Desde luego, Hurrjapashtishitym no era un ser vivo. La cosmogonía Hurrajiana cuenta que el dios Hurrjapashtishitym era el gran dragón estelar, que cayó al cielo herido mortalmente por los rayos de sol, y de cuyos gusanos evolucionaron los habitantes de aquel mundo. Las montañas del planeta son su espinazo; los grandes glaciares afilados que despuntan en el horizonte de su continente boreal son los dientes.

La civilización floreciente de Hurrajia había ocasionado un cierto problema de lluvia ácida en los dos millones de kilómetros cuadrados de casquetes polares. Zazharias Kariesh fue visto por última vez a 89º 96' de latitud norte, manejando escoba y cepillo, en medio de una tormenta de nieve con vientos de fuerza 8 y una temperatura objetiva de 25 grados bajos cero.

Lo más irónico es que sólo diez años después de su desaparición, la civilización, que seguía empeñada en ser floreciente, causó un efecto invernadero descontrolado y todos los casquetes de hielo del planeta se derritieron en meses. Un pequeño témpano que contenía los restos de Zazharías entró flotando por el piso 22 del espaciopuerto antiguo, ya abandonado. Fue conservado en una cámara frigorífica del Museo Central, como vestigio de la Era Precataclísmica, pero también como símbolo de la honestidad en los pactos, y como advertencia de que uno no debe fiarse mucho de lo que dicen las enciclopedias de Internet.