sábado, abril 29, 2006

23.- Zenón Pulligan, meta-observador.

Zenón Pulligan era un explorador conocido por su paciencia, pero cuando anunció que iba a iniciar un viaje de observación a la Nebulosa Meta, una de las más lejanas del universo observable, en una nave de propulsión mixta vela solar-pedales, todo el mundo opinó que se excedía.

Demasiado tarde para alterar su ruta, el 14 de abril de su primer año de viaje (un día señalado en todo el espacio en el que una ley inmemorial obliga a todo espacionauta a pasar la jornada en ayuno y oración mientras mide desplazamientos hacia el rojo) Zenón se dio cuenta de que la Nebulosa Meta estaba tan lejana que cada segundo que transcurría, ésta se alejaba de él una proporción sustancial del camino recorrido.

Pasó así un tiempo indefinido, cuyo límite total tendía a hacérsele insoportable, en el que el esforzado Zenón pedaleaba en su nave furiosamente, mientras la Nebulosa Meta volaba ante él, haciendo lo posible por alejarse. Fue entonces cuando Pulligan descubrió el significado de la expresión Meta Volante.

De los sabios antiguos, ninguno dice si Zenón alcanzó alguna vez su Meta. Una leyenda intemporal cuenta que lo hizo, y después regresó a su galaxia, al cabo de tanto tiempo que cuando llegó, ya circulaba sobre él una leyenda de que al final había alcanzado su Meta, y que después había regresado a su galaxia, al cabo de tanto tiempo que cuando llegó, ya circulaba sobre él una leyenda de que al final había alcanzado su Meta, y que después había regresado a su galaxia, al cabo de tanto tiempo que cuando llegó, ya circulaba sobre él una leyenda de que al final había alcanzado su Meta, y que después había regresado a su galaxia, al cabo de tanto tiempo que cuando llegó ya circulaba sobre él una leyenda...

Mientras se tomaba su tiempo para escuchar aquella narración, Zenón Pulligan no sabía que le estaban contando su historia sin saber que era él.